Bien dicen que la publicidad nunca deja de sorprendernos y es que, muchas marcas han hecho maravillas para cautivar la atención de su audiencia por medio de la producción audiovisual. Esto les ha permitido conectar mejor con los usuarios y generar emociones que producen satisfacción y fidelización.
En la actualidad gran parte de los internautas han agudizado sus sentidos siendo ahora más susceptibles a los estímulos visuales, táctiles y sonoros, pues toda la información que se procesa a través de internet posee estas cualidades.
La producción audiovisual tiene mucho poder en el mundo del marketing, pues abarca todo lo que involucra sonidos e imágenes y emplea herramientas que ayudan a comunicar mejor la esencia de las marcas a través de los medios de difusión.
A grandes rasgos la producción audiovisual se define como la creación de un producto que se transmitirá a través de los medios de comunicación actuales como las redes sociales e internet, así como los medios tradicionales.
Antes de empezar a desarrollar un proyecto audiovisual se deben trazar los objetivos que quiere alcanzar la marca con este esfuerzo de marketing, sin perder de vista la esencia de la misma, ya que este será el punto diferenciador que identificará a la empresa.
Sin embargo es sumamente importante tener en cuenta que cada producción audiovisual puede variar en estilo, pues todo depende del tipo de pieza que se realizará. Para que el resultado de una producción sea impecable se requiere:
No se necesita de mucho para que una buena idea se lleve a cabo, sin embargo, la calidad del proyecto final si dependerá en gran parte de los recursos con los que se cuente desde el primer momento.
¡Descuida! Realizar un proyecto audiovisual exitoso no es tan difícil, por eso deben tomarse en cuenta las fases propias de la producción. A continuación ahondaremos un poco más a detalle sobre el tema.
Antes de convertir las ideas en contenido multimedia debe tocarse base, ya que aunque no lo parezca, toda gran pieza publicitaria tuvo que pasar antes por varias revisiones y procesos de curación. La producción audiovisual no se exime de esa regla, es por eso que esta debe llevarse a cabo siguiendo tres fases fundamentales:
En esta primera fase se establecen los objetivos de la producción audiovisual, aquí se define qué se quiere lograr con el proyecto así como los medios con los que contará el equipo que se encargará de la creación del mismo.
Planificar lleva su tiempo, es por eso que el trabajo de pre-producción inicia desde el momento en el que la idea surge hasta que el equipo toma las riendas del proyecto y lo echa en marcha.
La producción audiovisual no es una tarea que deba tomarse a la ligera, es por eso que el equipo debe desarrollar un moodboard o guion técnico dependiendo de la situación, y este debe apegarse al look & feel de la marca.
¿Recuerdas lo que mencionaba sobre los medios técnicos? Durante la pre-producción el equipo debe encargarse de verificar que las locaciones y los recursos estarán disponibles el día de la producción, para evitar cualquier tipo de percance.
Una vez que todos los medios estén asegurados y que los recursos se encuentren preparados, es momento de poner manos a la obra y echar a andar la producción del proyecto. En esta segunda fase, el equipo audiovisual se encarga de ejecutar y materializar todas esas ideas que se formularon durante la pre-producción.
En esta etapa se requiere una perfecta coordinación para obtener un buen resultado, es por eso que debe intervenir tanto el equipo técnico como el humano. La supervisión jugará un papel clave durante este proceso, pues así no se pasará de largo ningún tipo de detalle.
La última fase de la producción audiovisual es la encargada de brindarle toda la magia al proyecto, pues esta ayudará a que la pieza luzca todo su potencial y despierte la atención de los espectadores.
Durante la post-producción, el equipo audiovisual se encarga de seleccionar, editar y corregir todo el material que se capturó durante el proceso de producción; esta fase concluye cuando el equipo entrega el proyecto final.
El trabajo de producción audiovisual es todo un arte publicitario que va más allá de una simple sesión fotográfica o videográfica. Se trata de una planeación estratégica que implica recursos y dinamización de esfuerzos.
Una producción bien hecha involucra creatividad, ingenio y dedicación. Es por eso que el equipo de encargados debe mantenerse al tanto de la evolución de las tendencias así como de los avances tecnológicos para mejorar día con día la calidad de los resultados finales.
Cada proyecto audiovisual debe ser creado con el único fin de perseguir los objetivos que se plantearon previamente con la marca y así despertar la atención de la audiencia. ¿Te interesa conocer más sobre la producción audiovisual para tu negocio? Es momento de cautivar a tu público con contenido inédito que refleje la personalidad de tu marca.