Las marcas se pueden considerar personas propias y como es sabido, cada una posee una personalidad que la hace destacar por algo en particular. El cómo logran diferenciarse y construir esa identidad para con su público es el reto del branding personal. ¡Vamos a examinar con detenimiento este concepto!
Hablamos de branding personal, cuando nos referimos a la gestión de tu marca personal. Es decir, cómo es la imagen que otros perciben de ti, cómo el público entiende quién eres, la manera en la que reaccionas e interactúas en tu medio.
Podemos ejemplificar este término en marcas populares como Marie Kondo, Steve Jobs, Bill Gates, Carlos Slim, Michelle Obama, e incluso los influencers caerían dentro de esta categoría.
Lo que todos tienen en común es que su branding personal es reconocido por tener cierto estilo en particular; Marie Kondo se dedica a la organización y es el referente #1 cuando pensamos en técnicas y tips para mantener nuestra vida en orden, o si buscamos superación personal, tenemos a Michelle Obama, quien siempre ha mantenido esta imagen de firmeza y éxito.
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El branding personal habla mucho de quién eres; es lo que te hace conectar con tu público y permite posicionarte dentro de un nicho en particular. Es una herramienta que te hará lucir más profesional en tu ámbito, al igual que crea lealtad para con tu imagen y te abre más oportunidades hacia un mercado laboral.
Ten en cuenta que el branding personal es un trabajo que toma tiempo y dedicación; es como si estuvieras escribiendo al personaje de un libro, muy probablemente no lo desarrolles de la noche a la mañana, sino que tienes que sentarte a pensar en su personalidad, actitudes, valores, estilo, etc.
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Te preguntarás: ¿Cómo utilizo el personal branding para mi marca? ¿Hay alguna serie de reglas? La verdad es que no, pero sí que hay consejos que puedes poner en práctica para empezar a desarrollar este concepto y muy seguramente, desearías haber sabido antes:
No se trata de propaganda o autopromocionarte, sino de vender un producto o un servicio para otras personas a través de tu estilo, tu comunicación y tu personalidad. Recuerda que el personal branding es la imagen de otros hacia ti
No hay mejor enganche para una marca que la transparencia. Puedes inspirarte en las tendencias, adaptarte a ellas, pero siempre es mejor cuando dejas ver quien eres y te comunicas de forma honesta con tu público.
Hoy en día las personas se mueven por internet, sobre todo en las redes sociales, ya que estas permiten generar algoritmos acordes a los gustos y preferencias del usuario. De esa manera, puedes hacer que tu personal branding se adentre en una comunidad en particular.
Es importante que tu público sepa que les tomas en cuenta, tómate el tiempo de contestarle a tus seguidores, escucha sus sugerencias, opiniones e interactúa manteniendo tu esencia.
El personal branding no se crea solo, es un trabajo en conjunto donde la organización sí o sí debe ser prioritaria. Para ello, define tus objetivos, tu target, hacia donde vas, cómo te proyectas en el futuro; tu estrategia debe encaminarse hacia ello y ejecutarse con una buena calendarización de contenidos.
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Como dato extra, también ten en cuenta la constancia y perseverancia. El personal branding es un proceso que se construye de a poco, no te desanimes si no ves resultados de inmediato. ¡Ten paciencia y cosas buenas sucederán!